fbpx

Cómo funciona mi negocio por dentro: evolución del producto y funcionamiento interno

Hola a todas y bienvenidas a un nuevo episodio del podcast. 

Hoy tenemos un detrás de cámaras, porque sé que os gusta mucho, y porque además se aprende mogollón así.

Yo personalmente soy fan de este tipo de contenido, y por eso de vez en cuando me gusta compartiros el behind the scenes de algún lanzamiento, funcionamiento del equipo, cómo organizo mi trabajo y cosas que creo que os pueden resultar relevantes.

En concreto, te voy a contar cómo funciona mi negocio por dentro. De nuestra trayectoria, desde que empezamos siendo un proyecto con muchos sueños e ilusiones, pero sin ganar un euro, a donde estamos ahora.

Te voy a contar cómo hemos ido creciendo, los retos que me he encontrado por el camino, las estrategias que hemos ido implementando para crecer… 

Bueno, en definitiva, quiero hablarte de cómo han sido estos más de 5 años que llevo con Yo Emprendedora.

Y, como hay mucho que comentar, voy a hacerlo en dos partes. Es decir, en este primer episodio te voy a hablar de la evolución del producto y el funcionamiento interno, roles, liderazgo…

Y en el segundo que saldrá la semana que viene te hablaré del marketing, las ventas y la estrategia de precios.

Creo, de verdad, que te va a encantar este episodio, y que te va a dar ideas y motivación para tu proyecto o negocio.

Antes de empezar, tengo un favor muy importante que pedirte: si te gusta mi contenido, si te gusta lo que escuchas por aquí, y aún no estás suscrita a nuestro podcast, por favor hazlo.

Así te llegará el aviso cada vez que publiquemos nuevos episodios, y además me estarás apoyando más de lo que te imaginas.

Si escuchas este podcast desde Ivoox, Apple Podcast, Spotify… desde donde sea, suscríbete y, si te deja la opción, regálame un me gusta o un comentario rápido.

Es un pequeño gesto que nos impulsa enormemente.

Dicho esto, vamos con nuestro episodio:

Yo Emprendedora nace en agosto del 2018. Como ves, para mí los veranos suelen ser meses de trabajo, porque las vacaciones me las cojo de forma random durante el año.

Unos días antes de empezar YE, había cerrado un proyecto con el que había estado un año trabajando, y que te juro que me había dejado K.O. y sin un duro en la cuenta bancaria.

Pero, después de tomar la difícil decisión de dejar ese proyecto, y de llorar y sentirme súper desdichada durante uno o dos días, automáticamente cogí mi cuaderno y mi boli y empecé a trajinar esa idea que tenía en mente – esa idea que era YO EMPRENDEDORA.

A diferencia de mis anteriores proyectos, en esta ocasión me decidí a trabajar durante un año en YE, sin intención de monetizarlo.

Y mientras tanto, yo seguía con mi trabajo de clases de español – que era algo que llevaba haciendo desde la uni, de forma online y por mi cuenta, y que oye, no me iba del todo mal y me permitía tomar este tipo de decisiones.

Era súper joven, en ese momento tenía 26 años, y no tenía muchas obligaciones económicas. Solo mi comida, mi alquiler y gastos personales. Entonces, podía permitírmelo.

Y durante este año, creé el podcast, empecé a hacer entrevistas cada semana, y poco a poco fui encontrando nuestro tono de marca, colores, emociones, sensaciones… ya sabes, todo el tema del branding.

Esto es algo que normalmente se hace antes de empezar, pero en mi caso fui encontrando estas respuestas sobre la marcha.

Hago un paréntesis para decir que ha sido esta actitud del MEJOR HECHO QUE PERFECTO, la que me ha permitido llegar hasta aquí sin tener todas las respuestas.

Y este lema considero que es el mejor aliado para todas las emprendedoras, sobre todo cuando estás empezando o cuando ya llevas un tiempo de recorrido pero te vas a lanzar a algo nuevo y desconocido.

Este MEJOR HECHO QUE PERFECTO te abre puertas que ni siquiera sabes que existen.

Cierro paréntesis 🙂

Y, a parte del podcast, estaba trasteando por IG, y digo trasteando porque iba mucho por épocas. Aparecía, desaparecía, y el crecimiento tampoco es que fuese muy rápido.

Pero ahí estaba, probando cosillas, quitándome el miedo de aparecer en stories (que eso fue un temazo), y poquito a poco creando comunidad por ahí también.

SALTAMOS A MAYO DEL 2019

Aquí organicé mi primera quedada de emprendedoras en Valencia.

Fue súper chulo, y sobre todo fue el comienzo de algo más grande.

Cuando la organicé, de forma completamente gratuita y sin pretensiones, no tenía pensado seguir. Era una cosa de un día puntual.

Pero, no fue así.

El junio organicé mi segunda quedada en la ciudad, y pasamos de ser once personas a dieciocho. 

Y en julio pasamos de 18 a 30 emprendedoras.

Vamos, que la cosa iba creciendo. Y en ese verano del 2019 tomé una decisión que, en su momento, me costó muchísimo.

Y esa decisión fue: empezar a cobrar por los eventos.

Ahora me parece lógico, pero en ese momento cobrar por algo así me hacía sentir como la peor villana del mundo. 

Pero la realidad es que mi situación era insostenible. Había llegado a un punto en el que llegar a fin de mes era casi un milagro. Y en concreto ese verano fue terrible.

Pero además, otra gran decisión que tomé fue hacer de estos eventos el modelo de negocio de YE.

Y claro, haciendo cálculos, me di cuenta que con eventos únicamente en Valencia no llegaba. Así que me dije… ¿Y por qué no hacerlos también en Madrid, ya que yo soy de ahí y así me obligaba a ir más a menudo a ver a mi familia? 

Y ya de paso, como Barcelona no está lejos de Valencia, pues hago un 3×1.

Así que así me lo monté. Yo solita, yendo cada mes a estas 3 ciudades, organizando eventos para entre 30-50 personas.

Y además, como era algo tan intenso y me dejaba muy cansada mental y físicamente, prefería hacerlo todo seguidito. 

Entonces, imagínate, el martes tenía evento en Valencia, el miércoles en Barcelona y el viernes en Madrid.

Ahora mismo, solo de pensarlo me pongo mala. Pero en ese momento, donde estaba tan desesperaba por hacer que YE funcionase, y por cambiar mi vida, estaba dispuesta a hacer lo que fuera.

Y eso tenía sentido.

Así que así estuve, de evento en evento, hasta que estalló la pandemia y me obligó a parar.

Por suerte, en marzo del 2020, ya teníamos el Club, y ese parón de hecho me ayudó mucho a concentrarme en una sola cosa y poder sacarla adelante.

El Club surgió durante los eventos, porque muchas chicas que no podían asistir me pedían algo online. Y como yo la idea la tenía desde que empecé YE, pero no sabía si realmente iba a funcionar en este mercado, pues me dije… 

Ahora que estamos en una posición más fuerte, ahora que tenemos más seguidores en IG (porque gracias a los eventos, crecimos bastante), ahora que nos escuchan bastantes emprendedoras por el podcast…

Vamos a ver qué pasa.

Es decir, estaba en una buena posición, porque lo que había hecho durante año y medio había sido trabajar de una forma muy intensa, pero muy efectiva, en la visibilidad, marca y comunidad de YE.

Y aunque seguía estando solo yo detrás, y teníamos millones de cosas por hacer y mejorar, lo que teníamos en ese momento era suficiente para dar el siguiente paso.

Hablemos de cómo ha ido evolucionando el producto que ofrecemos- es decir, el Club.

De 2020 a finales de finales de 2023 el Club ha dado un giro radical – es como un producto completamente diferente.

Y eso se debe a que, con esta filosofía del MEJOR HECHO QUE PERFECTO, fui encontrando las respuestas a medida que íbamos haciendo, y con los feedbacks que nos iban dando las miembros.

Mi mayor reto cuando se trata del producto en sí ha sido encontrar el equilibrio perfecto, para ofrecer un valor inmenso, pero sin agobiar ni saturar.

Y con esto fuimos pasando por diferentes etapas.

Lo más importante, y con lo que quiero que te quedes, son 2 cosas:

  • Primero, que un producto o servicio de valor es el que se adapta a nosotras y nuestro estilo vida. El que nos da lo que necesitamos, pero de una forma sencilla y práctica.

Si haces un curso, y quieres ponerle un high ticket, no tienes que llenarlo de todo para todos. Lo que tienes que hacer es encontrar el enfoque y método, para que sea dinámico, interesante y que la gente lo termine. Ese es tu reto. Y ese es el valor.

Si puedes hacer algo de 100 páginas en 50, hazlo.

  • Y segundo, cuando tienes clientes, comunidad, seguidores, tienes la oportunidad de preguntarles y crear para ellos.

No se trata de hacer únicamente lo que tenemos nosotras en mente. Tenemos que asegurarnos que esas ideas encajan con los deseos, gustos y necesidades de nuestros potenciales clientes.

Y para ello, si tienes gente al otro lado, pregunta. Y haz preguntas que realmente te vayan a dar respuestas que te ayuden.

Y si no tienes audiencia, seguidores, suscriptores, comunidad, clientes… Entonces, no estás lista para salir a vender, y lo ideal sería que empezases por el principio, y así cuando salgas ahí fuera con tu producto/servicio, tendrás gente que confía en ti y quiere lo que le ofreces.

Así que, como te comentaba, el Club ha cambiado mucho – de ser una membresía vacía, a ofrecer una masterclass y poco más, a saturarla con varias sesiones cada semana, a lo que tenemos ahora: 

Cada mes un networking, un mastermind, una mentoría conmigo, programa de madrinas, un curso, y dependiendo del mes, una masterclass o mentoría con expertos.

Ya está. Que no es poco pero tampoco agobia.

Y otra cosa que ha ido evolucionando de forma gradual en el Club ha sido el branding. Poco a poco hemos ido encontrando nuestros colores, tipografías, elementos diferenciadores…

Y también hemos ido haciendo la plataforma lo más fácil de usar y visual posible.

Cosas que, por supuesto, siguen en constante cambio, y dentro de 3 años seguro que ha cambiado mucho con respecto a lo que tenemos ahora.

Hablemos ahora del funcionamiento interno, roles y cómo ha ido cambiando

Lo más normal cuando empezamos un negocio es ser mujeres orquesta, o mujeres pulpo, como quieras llamarlo.

Es decir, hacer un poco de todo.

Community manager, diseñadora, contable, gestora, escritora, experta en marketing, comunicadora, CEO…

Vamos, lo haces todo, y aunque es un reto, se aprende mogollón.

Y aunque lo normal es después ir delegando para no petar, el haber empezado haciendo un poco de todo te ayuda muchísimo a la hora de buscar personas que te ayuden.

Porque sabes qué se necesita hacer, cómo funciona y qué esperar más o menos.

Eso es una gran ventaja, y si ahora estás en ese punto, date cuenta que esta época de tu vida, aunque sea más intensa, merece mucho la pena.

Entonces, en febrero del 2020 lanzamos el Club. Y en mayo yo creo o así empecé a trabajar con una AV. Muchas ya le conocéis, es Estefanía.

Empezó ayudándome con la gestión de la bandeja de entrada, 5 horitas a la semana, porque teníamos un caos absoluto, y al poco tiempo pasó a hacer más horas con tareas que a mí me ocupaban mucho tiempo, y me pesaban ya.

Recuerdo el momento en el que delegué por completo la edición del podcast, fue una liberación increíble, y una satisfacción muy grande.

En 2021, no recuerdo la fecha, entró nuestra segunda AV al equipo, Rocío.

Y ahí seguí delegando más tareas que me tenían todo el día ocupada.

Edición de vídeos, subida de materiales a la plataforma y otras gestiones.

Es decir, yo estaba muy concienciada con la idea de delegar y tomar ese rol más de CEO – pero si te soy sincera, me ha costado llegar ahí.

Sentía que, a pesar de haber delegado muchas tareas, si yo paraba, todo paraba. Y eso es algo que no me dejaba dormir tranquila.

En ese momento yo gestionaba las colaboraciones del Club, conducía las sesiones, preparaba el contenido de las redes, llevaba todo lo del podcast, newsletters, lanzamientos, contabilidad…

Pero tenía esta creencia (que creo que muchas tenemos en estas etapas), de que nadie podía hacerlo como yo. Nadie podía sustituirme.

Y a ver, con algunas cosas no. Pero con otras, claramente sí.

En resumen, un gran reto durante estos años ha sido definir mi rol como CEO y las funciones que desempeño en el negocio.

Y tomar decisiones que, aunque a veces fueran muy difíciles, sabía que eran las acertadas.

¿Significa eso que ahora YE no depende de mí?

Pues a ver, sí y no. Es decir, YE me necesita porque al final es una parte de mí, y yo soy la que va liderando el negocio y alineando nuestras acciones a la visión global del negocio.

Pero, no me necesita en el día a día. Que es exactamente lo que quería.

Estos meses de atrás he estado viajando por Latinoamérica, sin apenas trabajar, y todo a seguido su curso. 

Gracias a que tenemos un pequeño equipo, sistemas y procesos bien definidos, y que tenemos un negocio que internamente es sencillo. No hay pérdida. Cada una sabemos lo que tenemos que hacer, y nos organizamos como consideramos.

Por si tienes curiosidad, a día de hoy mis funciones en YE son: crear contenido para el podcast, escribir la newsletter, preparar la estrategia y contenido de los lanzamientos y seguir creciendo y mejorando el proyecto, con nuevas iniciativas que estén alineadas con lo que hacemos y hacia donde vamos.

Y bueno, por supuesto, la gestión del equipo.

De estas funciones te diría que aún puedo delegar un par de cosas, pero por ahora esto está bien y me voy apañando.

Además que lo disfruto y considero que tengo un impacto positivo.

En resumen, de YE, el 85% del grosso de tareas lo hace el equipo.

Hablando del equipo, una cosa que yo siempre he tenido muy clara es que lo último que quería era parecerme a una estructura de empresa tradicional.

Es decir, una empresa con muchos trabajadores, oficinas, muchas cosas yendo y viniendo, descontrol…

Yo siempre he querido un negocio muy humano, con un alto impacto para la gente que forme parte de la comunidad, que sea sencillo de gestionar, con pocas personas en el equipo involucradas, y cada una que pueda tratar las horas que considere, desde donde quiera.

Esa siempre ha sido mi premisa. Menos estrés, menos complejidades, pero que no por ello sea un negocio pequeñito – soy una persona ambiciosa y tengo grandes planes dentro de YE, pero ninguno de estos afecta a estas premisas que mencionaba antes.

Para mí, primero está la calidad de vida y de trabajo, y después los números.

Es así. Esta es mi forma de entender y vivir el emprendimiento.

Hablemos un poco más de lo que es ser CEO de nuestro negocio:

Un CEO realmente no tiene que estar en el día a día del negocio, no es un operario, sino que su papel principal es desarrollar la estrategia de su empresa.

Y para ello hay 2 preguntas fundamentales que tiene que hacerse:

  • ¿Qué hacer?
  • ¿Cómo hacerlo?

Para ello, un 10 o 15% de nuestro tiempo debe estar enfocado en estas preguntas, y el resto en la ejecución.

No en hacerlo todo nosotras, sino es hacer el reparto de tareas, tomar decisiones relevantes, hacer el reparto de recursos etc.

Aquí podríamos hablar también de los 4 tipos de CEO: El artista (enamorado de lo que hace pero con poca visión empresarial), el operario (quien mueve las piezas del puzzle dentro del negocio), el empresario (quien tiene esa visión global, como un arquitecto de su negocio, y va tomando decisiones), y el consejero.

Aquí algunos libros americanos te hablan de que tú deberías ser la CEO empresaria, y estar en la visión y toma de decisiones, pero ya está.

Sin embargo, yo considero que podemos tener un poco de todos estos roles – siempre y cuando lo hagamos en los porcentajes adecuados.

Porque, por ejemplo, no quieres ser como Steve Jobs, que definitivamente era un CEO artista, cuya pasión y visión del producto le hizo crear una verdadera joya, pero no tenía el rol de CEO empresario – tan importante para que un producto sea un negocio rentable, escalable y sostenible. Motivo por el cual le echaron la primera vez de su negocio.

En mi caso, los primeros años con YE era 100% CEO artista y operaria. Era lo que tocaba.

Y en los últimos, he trabajado más en mi rol de CEO empresaria, pero por supuesto que sigo siendo muy CEO artista.

Al fin y al cabo, este podcast es pura pasión y creatividad. 

Pero, como decía antes, tenemos que encontrar ese equilibrio que nos funcione. Y yo, poco a poco, voy encontrando el mío.

Y bueno, llevamos media hora ya de episodio, así que voy a seguir grabando pero esta segunda parte de cómo funciona mi negocio por dentro la voy a sacer en 2 semanas – es decir, la semana que viene tenemos entrevista, y la siguiente te sigo hablando de este BEHIND THE SCECES.

Además, te va a gustar porque la segunda parte es muy cañera.

Notas del Episodio:

Laura