fbpx

5 cosas que me chirrían (y cómo las haría yo)

Hola chicas, qué tal estáis.

Yo estoy grabando este episodio desde Río de Janeiro, último destino de este súper viaje que nos hemos marcado por Latinoamérica.

Llegamos hace 2 días así que aún no hemos hecho nada aún. Pero estoy súper feliz de estar aquí porque Río va a ser una ciudad base, una ciudad donde vamos a hacer vida normal.

Y créeme que después de 6 meses de trotamundos, este plan es el que más nos apetece a los dos.

Aquí voy a retomar mis buenos hábitos, como hacer ejercicio y comer comida casera. Voy a trabajar en un horario normal. Y por supuesto que también tendremos tiempo de ir a la playa y hacer turismo. Un mes da para mucho.

Y bueno, eso con respecto al update personal. En un par de semanas te voy a hablar más en profundidad de cómo han sido estos meses de viaje, así que si te interesa ¡no te lo puedes perder!

Y entrando en el episodio de hoy, te voy a contar 5 cosas que veo vez tras vez en este mundillo de emprendedores, y que cuando las veo o las vivo, me causan bastante rechazo, porque considero que hay una forma más adecuada de hacer las cosas. Y te las voy a compartir hoy por aquí. 

Recuerda, esto no son 5 claves a seguir ni nada por el estilo. Esto son 5 comportamientos o acciones de ciertos emprendedores que, personalmente, no comparto, pero que entiendo que es fácil caer en ello.

¡VAMOS ALLÁ!

  • El primero es: Indignarte con tus seguidores cuando no tienes los resultados esperados.

Recuerdo que, hace un tiempo, x persona compartía por stories que estaba muy decepcionada porque no había tenido ventas de su curso. 

Su argumento era algo del estilo “me lo he currado muchísimo, he estado meses preparándolo para vosotros, y me ha quedado increíble. Todo para que no apoyéis mi trabajo”

Ver esos stories era vergonzoso sinceramente. Es que no daba crédito.

Si no había tenido ventas es porque no había sabido crear una buena estrategia detrás, y/o porque su audiencia no estaba preparada. Y eso es responsabilidad suya, y de nadie más.

Y por supuesto entiendo la frustración de no tener resultados en algo que te ha llevado tanto trabajo y esfuerzo preparar. Y que el shock y bajón del momento pueden llevarte a pensar de una forma muy negativa durante un rato.

Pero de ahí a señalar a tus seguidores e intentarles hacer sentir mal… Uis… Lo veo tan poco profesional, ético, humano…

Nosotras en YE hemos tenido lanzamientos cuyos resultados se han quedado lejos de lo que esperaba. Pero si he tenido que enfadarme con alguien, ha sido conmigo. Porque, como decía antes, la falta de resultados muestra una falta de preparación y una buena estrategia.

Y si no somos honestas y tomamos nota de los errores, de una forma objetiva, jamás podremos aprender y mejorar.

En situaciones así, recuerdo la frase “LA VIDA NO TE DEBE NADA”. Parece demoledora, pero si te paras a pensarlo, es una verdad que te hace tomar responsabilidad de tu vida.

Es lo mismo que decir “quien algo quiere, algo le cuesta”.

Por haber emprendido no significa que la vida nos deba dinero, éxito, reconocimiento, libertad…

O salimos ahí fuera y nos lo ganamos, o por más que crea en la ley de la atracción, me temo que vamos mal…

  • El segundo punto del que te quiero hablar es: Criticar a otros compañeros, aunque sea de forma indirecta.

De verdad, estoy cansada de escuchar a emprendedores decir frases del estilo “hay ciertas personas que se hacen llamar x (diseñadores por ejemplo), y que lo único que hacen es hacer mucho ruido y hacer daño a la industria”, o cosas por el estilo.

Digo una frase por decir para que veas por dónde van los tiros.

A ver, entiendo la frustración de ciertas personas cuando ven que hay otras personas de su sector haciendo cosas que no consideran lo suficientemente buenas.

Pero mi pregunta siempre es: ¿Basado en qué? 

Que no nos guste lo que hacen otras personas no significa que no tenga su público de personas a las que sí les gusta y sí les aporta valor.

No sé, decir esto es como decir que la única forma de hacerlo correcto es como lo hacemos nosotras, y el resto es basura.

Y además, si miramos nuestros comienzos, seguro que tampoco nos encanta la forma en la que hacíamos ciertas cosas. ¡Vamos, yo seguro!

Mi primera web era súper amateur y poco profesional. Mis imágenes de Instagram parecía que las había hecho una niña pequeña. Y las primeras decenas de entrevistas que hice… sin comentarios.

Los eventos de pago que organicé tenían muchos cabos sueltos. 

Y mi primer curso impartido dentro del Club tenía un par de erratas en la presentación.

Todo esto formaba parte de mi camino, porque ninguna nace aprendida.

¡Ah! Y también he escuchado críticas a otras compañeras de sector por los precios que les ponían a sus servicios. En concreto, cuando consideran que son demasiado baratos.

De hecho, a mí me pasó. Además fue un tú a tú, y me quedé un poco en shock. 

Pero luego pensé, he emprendido para no tener un jefe diciéndome lo que tengo que hacer, y voy a escuchar a esta persona diciéndome que suba los precios. ¡Vamos, me niego!

  • En tercer lugar quiero hablarte de algo diferente, pero que cada vez veo más por este mundillo, y me repatea mucho: Comprar suscriptores.

Comprar, coger, robar… cada vez hay más formas de hacerlo.

¿No te pasa que, a veces, recibes un email de algo a lo que no te habías suscrito, y de lo que nunca habías oído hablar?

Y no te hablo de las grandes empresas comprando datos. Que también me parece fatal.

Por ejemplo, esta semana he recibido un email sobre coaching a nuestro correo corporativo, desde el cual jamás me suscribo a nada. Ya suficientemente difícil nos parece tener el inbox cero, como para estar escribiéndonos a newsletters.

Y el lunes, hace 4 días, recibí en mi correo personal una newsletter de una chica que me hablaba de marketing y me invitaba a un taller. Por la temática, dudé si me había suscrito, pero no… jamás había visto a esta chica. Y nunca antes había recibido un correo suyo.

Pero lo verdaderamente preocupante para mí es que, hace 2 semanas, recibimos en YE un correo de una empresa que nos decía que habían desarrollado un programa con el cual, en minutos podías descargarte los emails de personas interesadas en tu industria.

Esto no es falso. Es 100% real.

Me escribían por si queríamos hacer una colaboración o patrocinio en el podcast.

A lo que les contesté, de forma educada, que su servicio no solo estaba en contra de la ley de protección de datos, sino que iba en contra de todo lo que creo y enseño. 

En serio, me parece peligrosísimo que haya gente usando programas así para mandar emails masivos o hacer campañas de retargeting de Facebook ads.

Pero desgraciadamente hay mucha gente queriendo hacerse rica de la noche a la mañana y pasan de hacer todo el trabajo para llegar a un resultado. Para qué, cuando puedes conseguirlo con un clic.

Y dudo muchísimo que tenga resultados positivos. Más bien lo contrario.

  • En cuarto lugar quiero mencionar algo que veo a diario, desde hace años. PEDIR SIN DAR.

Me explico. O mejor dicho, te leo al azar algunos mensajes que he recibido en los últimos días:

«Hola, mira el reel que acabo de publicar. Por favor, compártelo con en tus stories para que tus seguidoras puedan verlo».

«Hola Yo Emprendedora, tengo un servicio de asesoría para emprendedoras. Te agradecería que me recomiendes a tu comunidad».

«Laura, estoy emprendiendo y necesito ayuda. ¿Podemos tomar un café y te cuento?»

Y así podría pasarme el episodio, leyéndote mensajes del estilo.

No es que estos mensajes me molesten, ni me enfaden. Directamente no los contesto.

Pero cuando lo analizo y pienso que casi todos los mensajes son de emprendedores queriendo crecer y crear un negocio, me quedo un poco fría la verdad.

¿De verdad piensan que esta es la forma de conseguir algo? Pidiendo que te den like, que te comenten, que lo compartan, que les mandes clientes…

Y bueno, lo de “siéntate a tomar un café conmigo y me ayudas”, es fuerte también… 

Aunque este tipo de mensajes tengo que decir que vienen de personas que no me conocen, a veces ni me siguen en YE, y no entienden lo que hacemos por aquí.

De nuestra comunidad no me ha pasado. Las veces que mando audios con consejos o que me he tomado un café presencial con alguna de vosotras es porque me ha apetecido conoceros y me ha salido ayudaros. De una forma orgánica y bonita.

Pero eso de “quiero emprender, ¿qué tengo que hacer?” me deja descolocada.

Es como si se nos olvidase que detrás hay personas humanas, con una vida y un tiempo limitado (igual que todas).

  • Y lo último que voy a mencionar en verdad es una chorrada sin sentido. Pero reconozco que quería decir 5 puntos y me he quedado con 4, así que me he sacado este de la manga.

A ver cómo lo explico sin que parezca raro.

En España tenemos la fiebre heredada de la titulitis. Esto es un hecho. Parece que, cuántos más másters y formaciones puedas poner en tu CV, mejor profesional eres.

Pero cuando emprendes eso deja de tener tanta importancia, a no ser que sea en el sector salud o un sector donde sí que se requieren títulos para validarte.

O por lo menos en mi caso.

Yo cuando compro formaciones no es porque la persona se haya formado en la universidad de Michigan y fuera la primera de la clase. Si no porque su trayectoria y resultados hablan por sí solos.

Eso sí que se valora. Lo que has hecho y has conseguido.

Por eso, me resulta “interesante” cuando veo a alguien verderse por los títulos que tiene.

O cuando me mandan emails para colaborar y me adjuntan su CV

Creo que nunca he abierto un currículum. Me da una pereza…

Es que ni cuando estoy eligiendo a alguien para trabajar en el equipo. Lo que quiero es que me cuenten qué saben hacer, qué experiencia tienen, qué resultados han conseguido (para ellas u otros clientes), y cómo nos pueden ayudar.

El resto me sobra. 

Quizá soy solo yo. De hecho, seguro que hay muchas emprendedoras que piensas de otra forma. Y oye, eso está genial.

Yo reconozco que soy una rebelde, que nunca ha trabajado en una empresa, y por eso tengo esta forma más hippy de ver los negocios.

Y bueno, hasta aquí el episodio de hoy. Diferente, pero espero que te haya gustado y lo hayas disfrutado 🙂

Notas del Episodio:

Laura